sexta-feira, 31 de julho de 2020

Algunas De Las Plazas Más Bonitas De La Toscana



Seguramente la Toscana es una de las regiones más bonitas de uno de los países más bonitos del mundo. Hay playa, lugares pintorescos, cultura y algunos de los pueblos y ciudades más conocidos del planeta. Seamos sinceros, en esto de viajar casi que no se ha empezado si no se ha pasado por la Toscana, porque a menudo aparece como uno de los indispensables de cualquier conocedor de mundo. En nuestro viaje, cuando aún ni soñábamos con tener un blog en el que contar cosas, lo que se nota en las fotos, nos dimos cuenta de que cualquier rincón es bueno para disfrutar de la Toscana. Lo son sus vistas, de las que ya os hablamos aquí, lo son lugares como la preciosa Siena o la encantadora Cortona, lo es su capital, Florencia con el majestuoso Duomo, pero también los pequeños pueblos en los que se imagina la vida pasar. Todos ellos, pueblos y ciudades, tienen en común las plazas como sitios en los que durante siglos se ha organizado la vida. Hoy, convertidas en espacios de turismo masivo, lucen sus mejores galas para gustar al visitante. Todo tipo de tamaños y diseños caben en este paseo que podría hacerse infinito y al que no le faltan una, sino cientos de plazas toscanas. Digamos no al desaliento y repasemos algunas de las que, para nosotros, son las plazas más bonitas de la Toscana.


                PIAZZA DEL COMUNE (CASTELLINA IN CHIANTI)

La popular comarca del Chianti, especialmente conocida por sus vinos, cuenta con algunos de los pueblos más bellos de la Toscana. Castellina es uno de ellos. Con apenas 3.000 habitantes, lo mejor es recorrer con calma sus escasas y alargadas calles en las que priman los negocios y restaurantes con atractivos escaparates. Recurrir a esta plaza nos dará la oportunidad de toparnos con dos de sus principales reclamos, la histórica iglesia de San Salvatore que podéis ver abajo en la foto y especialmente la conocida como "Rocca", una fortificación que fue reconstruida tras los bombardeos de la segunda guerra mundial y que también podéis ver abajo. En la plaza, además, encontraréis varias enotecas y bares que os recordarán que os encontráis en el epicentro del vino toscano.




                PIAZZA GRANDE (MONTEPULCIANO)

Muy cerca del límite entre Toscana y Umbría se encuentra este bellísimo paraje de 14.000 habitantes que aparece majestuoso al visitante en lo alto de una colina. De fuera de sus muros lo más conocido es la espectacular iglesia de San Biaggio, pero ¿y de dentro? Olvida el coche en las afueras, aquí está vetado, y tras coger aire para el ascenso, recorre algunos de los 11 kilómetros de largo con los que cuenta su calle principal hasta llegar a su plaza más representativa, que también es el punto más alto de la ciudad. El ayuntamiento, que recuerda tantísimo al de Florencia, y la catedral de Santa María Assunta son las dos construcciones más populares de este conjunto que como otras plazas toscanas tiene también un pozo. Durante nuestra visita la belleza de la plaza no era del todo visible por la instalación de un escenario junto a la catedral, pegas del verano, pero nos pareció un lugar perfecto para sentarse a descansar en una de sus terrazas y disfrutar del paisaje. Montepulciano está lleno de "palazzos" y este es un gran punto de partida para conocerlos.




 
                PIAZZA GIACOMO MATTEOTTI (GREVE IN CHIANTI)

Greve es quizá la ciudad más importante que hay dentro de la comarca del Chianti, entre Florencia y Siena. Si bien su encanto no es tan enorme como el de otros pueblos, lo cierto es que esta plaza tan peculiar, de grandes dimensiones y con forma de triángulo, merece un descanso. La plaza cuenta con un montón de pequeños negocios en los bajos de sus edificios, sobre todo restaurantes y sirve de sede para la exposición del Chianti Classico en el mes de septiembre, una cita indispensable para los amantes del vino. Hay varias estatuas y la más popular, ya que de hecho ocupa un lugar central, es la construida a Giovanni da Verrazzano, el que dicen fue el primer europeo en pisar lo que hoy es Nueva York. En la plaza también se encuentra el ayuntamiento.



                PIAZZA DELLA REPUBLICCA (CORTONA)

Seguro que los 23.000 habitantes de Cortona (pues no es tan pequeña) son de los más afortunados del mundo. De sus múltiples encantos ya os hablamos en este post. Si nos ceñimos a la plaza… pues también hay mucho que decir. En realidad no es una, sino dos, ya que anexa está la Piazza Luca Signorelli y entre ambas el pintoresco ayuntamiento con su reloj y sus escaleras, el Museo de la Ciudad y el Museo Etrusco, ya que Cortona fue una ciudad muy importante en esta época, su biblioteca y el histórico teatro Signorelli. Para nosotros Cortona será recordada siempre por sus vistas, incomparables incluso en el resto de la Toscana, pero también por su concentración de galerías de arte y por el descanso que proveen estas plazas. Prueba a sentarte y disfrutar de un amaretto cuando el calor dé una pausa en las noches de agosto.





                PIAZZA DELLA CISTERNA (SAN GIMIGNANO)

Hay muchos pueblos muy bonitos en la Toscana, lo que implica multitud de posibles rutas y visitas. La ventaja de San Gimignano es que irás sí o sí. Es, de largo, el pueblo más popular de toda la zona, Patrimonio de la UNESCO, amurallado, con 13 de las más de 70 torres con las que contó en su momento perfectamente conservadas, lo que le confieren ese particular "skyline". Es por eso que en cualquier época del año está abigarrado de turistas, y no es para menos. Sus puntos centrales son dos plazas muy próximas, la del Duomo, dónde se sitúa el ayuntamiento y algunas de las construcciones históricas más valiosas de San Gimignano y la de la Cisterna, más grande y abierta, estéticamente preciosa y, quizá por ello, más popular entre los turistas. La plaza, que debe su nombre a una cisterna instalada en el siglo XIII, cuenta con un pozo y varios estilosos "palazzos", aunque en verano lo que de verdad visitan los turistas allí es la popular heladería Dondoli, una de las mejores del mundo al parecer y que en sus paredes luce orgullosa multitud de fotografías de ilustres visitantes.




                PIAZZA DEL DUOMO (PISA)

La Plaza del Duomo de Pisa, también conocida como Plaza de los Milagros, alberga uno de los conjuntos monumentales más conocidos del mundo. El trío compuesto por la inclinada Torre de Pisa, la Catedral y el Baptisterio de San Giovanni (y en la plaza aún hay más cosas como un tremendo camposanto, una fuente, un museo…), la convierten en caballo ganador de casi cualquier comparación. La constante afluencia de turistas y un frío acceso rodeado de aparcamientos y paradas de autobús a través de la Puerta de Santa María pueden restar encanto. Si fuese así no os preocupéis, todo se recobra cuando vuestros ojos divisan lo que la plaza tiene que ofrecer. Si la torre es única, os aseguramos que la catedral y el baptisterio también merecen muchísimo la pena. Incluso si esta es vuestra única parada en Pisa, como fue nuestro caso, valdrá la pena recorrer muchos kilómetros sólo por esto. La entrada a la catedral es gratuita. Para visitar por dentro todo lo demás hay que pagar. En el caso de la Torre son 18 euros. Para el resto los precios son muy moderados.






                PIAZZA PIO II (PIENZA)

Esta plaza es una de las más históricas e importantes de toda la Toscana. El mismísimo Papa Pío II, oriundo de Pienza, la mandó construir, ya que quería que la ciudad fuese un descanso de la ajetreada Roma. Empezó cambiándole el nombre y siguió construyéndola casi desde cero. La plaza está rodeada de edificios históricos, el ayuntamiento, el Palazzo Borgia, sede del Museo Diocesano, el Palazzo Piccolomini, cuyo interior es digno de visitarse y su pieza más importante, la Catedral de Santa María Assunta, además del precioso pozo que encontramos casi en el centro. Todo el centro histórico de Pienza es Patrimonio Universal de la UNESCO. Es otra de esas ciudades encaramadas a un risco que nos ofrece privilegiadas vistas y rincones llenos de plantas en sus esquinas, pero sin duda la plaza es el punto más destacado. Un viaje a la Toscana no es lo mismo sin Pienza.



 
                PIAZZA GRANDE (AREZZO)

Habrá quien piense que Arezzo carece del encanto de los pequeños pueblos toscanos. Es difícil para una ciudad que supera los 100.000 habitantes. Sin embargo su casco histórico está repleto de lugares de interés y a la cabeza se sitúa esta peculiar plaza en cuesta, también conocida como "Plaza Vasari", que suele estar engalanada con banderas que representan escudos heráldicos. La Iglesia de Santa María della Pieve y el Palazzo della Fraternitá dei Laici, junto con el céntrico pozo, son sus lugares más reconocibles. En la plaza encontramos la popular feria de antigüedades, multitud de terrazas para sentarse al sol y ante todo mucha vida. El momento ideal para la visita, el 17 de junio o el 3 de septiembre, en que se celebra la "Justa del Sarraceno" una representación medieval en la que participan los cuatro barrios históricos de Arezzo. Esta ciudad, de enorme importancia en su época etrusca y cuna del poeta Petrarca, no siempre es reconocida con justicia por los turistas. Ah, y a diferencia de la mayoría de las ciudades, el ayuntamiento de Arezzo no está aquí, en su plaza más conocida, sino a unos cientos de metros, cercano a la catedral.


 


                PIAZZA DEL CAMPO (SIENA)

No podía faltar en este repaso una de las plazas más preciosas y enormes de toda la Toscana, de la que ya os hablamos algo en este post. El hogar del original "Palio", una carrera de caballos anual única en toda la región, es también el centro de absolutamente toda la actividad de Siena. La veas desde dónde la veas la plaza es fantástica. La grandiosa Fonte Gaia, y el esplendoroso Palazzo Pubblico, sede del ayuntamiento son quizá sus puntos de interés más destacados, pero la plaza está llena de palazzos y bares en los que disfrutar del ambiente. Todo el casco histórico de Siena desemboca en este sitio que tiene mucho de magia.



                PIAZZA DELLA SIGNORIA (FLORENCIA)

La ciudad que inventó el síndrome de Stendhal está atiborrada de rincones en los que tu corazón bien podría acelerarse por la acumulación de belleza. Este es uno de ellos. A sólo unos metros del brutal Duomo florentino, se encuentra esta plaza en la que comer una pizza en una de sus trattorias supone una experiencia única. El elegante Palazzo Vecchio, centro político del municipio y museo, las enormes estatuas de la fuente de Neptuno o el David de Miguel Ángel (el original está a sólo unos metros, en la Galleria dell' Accademia), la Logia dei Lanzi y la entrada a la popular galería de arte de los Ufizzi conforman un conjunto inigualable. Pero además, a diferencia de su vecina la cercana Piazza del Duomo, este es un lugar abierto y concebido para el disfrute de la gente, más que para la admiración de los monumentos que la adornan, cosa que, como vemos, es también perfectamente posible. Cierto es que teniendo estas dos plazas como ejemplo, puede parecer muy fácil elegir en Florencia, pero la capital de la Toscana es una enorme sucesión de museos, iglesias y plazas en perfecta armonía, así que lo que es fácil es encontrar competencia. La última foto, por ejemplo, es de la sensacional Piazza di Santa Croce. ¿Quién da más?






La coqueta Plaza del Castillo de Radda in Chianti, las señoriales plazas de la deliciosa Lucca empezando por su característica Plaza del Anfiteatro y siguiendo por todas las demás, que son una pasada, la Plaza de la República de Pitigliano, la alegre plaza Giuseppe Garibaldi de Montalcino... y la lista podría seguir casi hasta el infinito. Hay muchas razones para visitar la Toscana y queda claro que sus plazas, llenas de ambiente y huellas culturales, son una de ellas. Y tú, ¿cuál es tu plaza favorita? Como siempre abajo os dejamos más información para poder planificar vuestro recorrido.













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Todo Lo Que Debes Saber Para Visitar La Costa Este De Canadá


Canadá, considerado por muchos el gran desconocido de América del Norte, hace tiempo que dejó de serlo. Un país abierto al mundo que en 2017 ha celebrado su 150 aniversario, lo que le otorga una cierta juventud pese a la cual posee una intensísima historia. Canadá es el resultado de la alianza de las diversas culturas que la han habitado. Hoy, en pleno siglo XXI, destaca por la belleza infinita de sus parajes naturales, pero también por el extraordinario ambiente de sus ciudades más importantes, todas en la zona sur del país debido a las exigentes condiciones climatológicas. Se calcula que el 80% de sus habitantes viven a menos de dos horas de la frontera con Estados Unidos. Su tamaño es sobrecogedor. De un extremo a otro del país hay más de 6.000 kilómetros, se puede estar conduciendo tres días seguidos hasta atravesarlo. De hecho se estima que desde algunos puntos de la Costa Este es más rápido llegar a Londres que a Vancouver. Por todo esto abarcar el país entero en una sola visita es sencillamente imposible. En nuestra primera incursión nos hemos centrado en las principales ciudades de la Costa Este y vista nuestra experiencia os recomendamos que tengáis en cuenta todo esto antes de empezar el viaje. Bienvenidos a vuestra ruta por la Costa Este de Canadá.


QUÉ DOCUMENTACIÓN NECESITO PARA VIAJAR A CANADÁ

En muchas cosas Canadá puede estar fuertemente influenciado por Estados Unidos. Los requerimientos para entrar en el país son una de esas cosas. Para entrar en Canadá tendréis que rellenar la "Eta", una autorización electrónica de viaje cuyos datos debéis cumplimentar en la página web que os dejamos más abajo antes de iniciar el viaje. Hay gestorías que se pueden ocupar de este trámite por un precio nada módico y en internet, si lo hacéis vosotros mismos, es rápido, bastante fácil recurriendo a la fuente oficial y económico, ya que cuesta sólo siete dólares canadienses. De manera casi inmediata os llegará un correo electrónico con la confirmación de la autorización, aunque la última palabra siempre la tendrá la entrevista a la entrada del país.


CUÁL ES LA MONEDA CANADIENSE
En Canadá se vive con dólares, pero no los americanos, sino los canadienses. Os recomendamos llevar algo de efectivo, que siempre puede ser necesario, aunque la mayoría de los lugares aceptan pagos con tarjetas de crédito, incluso aunque las cantidades sean pequeñas. Nosotros, por ejemplo, pudimos pagar la zona azul con tarjeta. Aún así es altamente recomendable tener algo de dinero físico. En cuanto al cambio, como pasa con todas las monedas, fluctúa mucho, pero en general os dará la sensación de riqueza, ya que el cambio habitual en los últimos meses dice que por cada euro os darán dólar y medio. No os fieis, los dólares vuelan rápido.


CÓMO LLEGAR A CANADÁ

Hay que cruzar el Atlántico para llegar desde España, así que asumamos que lo haremos en avión. Las posibilidades para hacerlo directamente desde nuestro país son bastante limitadas. Sólo hay vuelos directos a Toronto desde Madrid y Barcelona y a Montreal desde Madrid, Barcelona y Málaga. Otros aeropuertos canadieneses también operan diferentes rutas con Europa, aunque no con España. Desde el viejo continente se puede llegar sin escalas a Vancouver, Quebec City, Calgary, Edmonton, Halifax, Winnipeg e incluso a la remota Whitehorse, aunque muchas de estas conexiones son estacionales y no operan en invierno.


QUÉ PUEDO VER EN LA COSTA ESTE DE CANADÁ

Aun visitando sólo una pequeña parte del país el tamaño puede ser abrumador, por lo que deberemos decidir entre abarcar o disfrutar en profundidad. Las ciudades más grandes de la Costa Este son también las más grandes del país, con el permiso de Vancouver y sus distancias las convierten en ideales para planificar una ruta que las incluya a todas. Por si tenéis dudas nos estamos refiriendo a Toronto, Montreal, Ottawa y Quebec City. Tened en cuenta que las dos primeras son ciudades enormes y una visita más o menos completa requerirá varios días. El otro gran atractivo canadiense, como ya hemos dicho, son sus parajes naturales y de esto también hay en la Costa Este. Es cierto que nosotros nos centramos en las ciudades y las conocemos mejor, pero lo ideal es poder combinarlas, dependiendo del tiempo del que dispongáis, con otros atractivos naturales. En cualquier guía del país encontrareis información sobre lugares como la preciosa península de Gaspé, el avistamiento de ballenas en la zona de Saguenay y Tadoussac, el divertido Parque Omega, la idílica Mont-Tremblant y por supuesto las extraordinarias cataratas del Niágara, a tiro de piedra de Toronto.


CÓMO MOVERSE POR LA COSTA ESTE DE CANADÁ

Teniendo en cuenta las enormes distancias que hay quizá hayáis pensado en algún "salto interno". Una buena idea que presenta algunos problemas. Canadá cuenta con una vasta red de aeropuertos, pero los vuelos internos son carísimos. En ocasiones es más barato conectar dos ciudades canadienses haciendo escala en alguna ciudad de Estados Unidos y con una compañía estadounidense, así que esto se puede llevar un buen pico de vuestro presupuesto. En cuanto al tren, Canadá no cuenta con tren de alta velocidad, así que tampoco os supondrá mucho ahorro de tiempo y además la red ferroviaria llega a muchos puntos, pero también falta en muchos otros. Esto nos lleva a la carretera. Además del transporte público, la opción favorita para moverse suele ser alquilar un coche, e incluso una autocaravana. En este último caso sí que hay que decir que Canadá está muy preparada para estos vehículos, que encontrarán muchas facilidades en la conducción. Nosotros elegimos el coche.


Las carreteras que unen las grandes ciudades son buenas y están bien señalizadas. El límite genérico de velocidad en Canadá en las autovías y autopistas es de 100 km/h. ¿Os parece poco? A ellos también. De hecho es muy poco usual que alguien vaya por debajo de esa velocidad. Casi todos la sobrepasan, aunque no por mucho. No se ve a nadie "lanzado" en una carretera canadiense. Se entiende porque si te cogen a 150 km/h la multa puede llegar a los 10.000 CAD que no es poco. En general conducen bien, la experiencia no es especialmente agobiante comparada con otros lugares del mundo, aunque hay cosas muy comunes como el que te adelanten por la derecha. Ojo, los alrededores de Toronto y Montreal, también los de Niagara Falls son imanes para los atascos. Es casi seguro que encontrareis alguno y puede que importante. Quebec City y Ottawa son más manejables, aunque también susceptibles de sufrir atascos. Obviamente los fines de semana y el verano aumentan las posibilidades de atasco. En toda Canadá hay una sola carretera de peaje. Está en los alrededores de Toronto y aparece bien señalizada. Nosotros viajamos en verano y os advertimos de que en las carreteras y también en las ciudades suele haber muchísimas obras, lo que lo complica todo aún más. Teniendo en cuenta la dureza de los inviernos, este tipo de trabajos suelen concentrarse en verano. Hay algunas gasolineras atendidas, pero la mayoría son de autoservicio y necesitaréis de una tarjeta de crédito. Debéis escoger entre inglés o francés como idioma y seguir las instrucciones de la pantalla, no es muy complicado. Si queréis llenar el tanque seleccionad alguna cantidad superior a lo que previsiblemente vais a gastar y sólo se os cobrará esa parte. Por lo que vimos en muchos sitios también se puede pagar antes en la tienda.


Y EN QUÉ HORA VOY A VIVIR

Pues depende de dónde estés. En prácticamente toda la Costa Este, los estados de Ontario y Quebec, se mantiene el horario de la Costa Este estadounidense, es decir, seis horas menos que en España prácticamente todo el año. El horario de Toronto y Montreal es el mismo que el de Nueva York, Washington o Miami. Más al este Nuevo Brunswick, Nueva Escocia y la Isla del Príncipe Eduardo tienen una hora más y Terranova y Labrador (también una pequeñísima franja de Quebec) hora y media más. Al oeste hay varios husos horarios distintos, una locura. Siempre tomando como referencia Toronto, tenemos el horario central en la zona centro en ciudades como Winnipeg (una hora menos), el "mountain time" en ciudades como Edmonton (dos horas menos), y el horario de la Costa Pacífico en ciudades como Vancouver, dónde será la misma hora que en San Francisco o Los Ángeles (tres horas menos). Si vas a recorrer el país, mejor olvida el reloj.

CÓMO MOVERSE POR LAS CIUDADES DE LA COSTA ESTE DE CANADÁ

El coche está muy bien para ir de ciudad en ciudad, pero no tan bien para movernos dentro de ellas. En ocasiones el tráfico puede resultar complicado. El aparcamiento es de pago en todos los centros urbanos, incluyendo pueblos pequeños y en ocasiones el precio puede ser desorbitado. En la mayoría de las calles hay parquímetros que limitan la duración de la estancia, así que es mejor poner el coche a buen recaudo y caminar o confiar en el transporte público. En Quebec y Ottawa la mayor parte de los atractivos turísticos están concentrados. No hay metro, así que os recomendamos alojaros en un lugar céntrico y caminar. Ni siquiera os cansareis mucho. En ambos casos hay visitas interesantes a las que no llegareis andando, pero al menos habréis limitado el uso el coche. Toronto y Montreal, por su tamaño, hacen casi obligatorio el uso de transporte público.


En Toronto el billete sencillo de transporte público cuesta 3'25 CAD, lo que incluye autobuses, tranvía y metro. Podemos combinar cualquiera de estos medios. Hay abonos semanales y de fin de semana, estos últimos con precios bastante reducidos. Como nuestra ubicación era muy céntrica, concentramos las visitas más alejadas en una jornada y compramos un abono de un día. Cuesta 12'50 CAD, es decir, sale rentable a partir del cuarto desplazamiento. Lo tenéis que solicitar en las cabinas de cualquiera de las estaciones de metro, no en las máquinas y deberéis mostrarlo al acceder al transporte.


En Toronto hay cuatro líneas de metro, aunque sólo dos atraviesan el centro. La verdad es que es bastante poco para una ciudad tan grande. No obstante será suficiente para visitar los principales lugares de interés, ya que suele haber paradas cercanas. El metro es rápido y funciona bien, de hecho es bastante tranquilo, al menos cuando nosotros estuvimos, claro que suponemos que probablemente no fuese la "temporada alta". Escogimos el metro precisamente por su rapidez, pero recordad que podéis combinar vuestros abonos con cualquier otro transporte público.


En Montreal la historia es bastante parecida. También aquí hay cuatro líneas, aunque la sensación es que abarcan más, el billete individual también cuesta 3'25 CAD y también funciona por tiempo, en concreto tiene una validez de dos horas. Eso significa que en ese período puedes usar, por ejemplo el metro y después el autobús para completar tu itinerario, todo con el mismo billete. Lo que no puedes hacer es salir del metro y volver a entrar en él.


Por supuesto también se venden abonos diarios, semanales, para diez desplazamientos, para tres días, para las tardes, para los días entre semana… a la carta. Nosotros cogimos un abono de fin de semana porque nos coincidió el sábado y el domingo. Si os viene bien preguntad porque no la hemos visto anunciada en la web y está muy bien. Por unos 13 CAD tienes dos días de transporte público.


DÓNDE ME ALOJO EN LAS PRINCIPALES CIUDADES DE LA COSTA ESTE

El alojamiento, como en la mayoría de sitios, está muy relacionado con las posibilidades de desplazamiento. Estas son nuestras recomendaciones sobre las mejores zonas para alojaros ciudad por ciudad.

-          QUEBEC CITY: Los encantos de Quebec están muy concentrados en la zona este de la ciudad, hacia el Río San Lorenzo. Las distancias no son muy grandes. Desde la plaza en la que se ubica el Parlamento todos los paseos son agradables. Cualquier lugar desde la Avenida Honoré-Mercier hacia el este es sencillamente perfecto. Desde ahí todo está a un máximo de 20 minutos andando. En esa zona la mayoría de los hoteles son pequeños y con encanto. El parking os puede salir más caro.


-          OTTAWA: Ottawa suma casi un millón de habitantes y en la orilla de enfrente tiene a Gatineau que añade más. Aún así es una capital muy manejable. Sin duda la mejor zona para alojarse está en las inmediaciones de la colina del Parlamento, pero puede que el bolsillo se resienta algo más. Si os alejáis sólo un poco, las calles más cercanas al popular Byward Market son perfectas. Se trata de zonas residenciales muy tranquilas que en realidad están a sólo 20 minutos andando de la mayoría de atractivos turísticos. Es cierto que en esa zona y también en otras partes de Canadá te encuentras de cara con los problemas sociales que afronta el país (personas sin hogar, un problema bastante grande en el país, o personas con problemas de drogadicción). Puede intimidar algo, pero nosotros no tuvimos ningún problema.


-          TORONTO: Si vais a utilizar el transporte público puede haber mucho dónde escoger. En cualquier caso lo ideal en las grandes ciudades suele ser ir al corazón. Los barrios de Old Toronto, Entertainment District o Discovery District están muy bien situados, aunque el alojamiento no suele ser barato. Si aceptáis una sugerencia, las inmediaciones del St. Lawrence Market son perfectas. El barrio es una delicia y encontrar algo más céntrico es casi imposible.


-          NIAGARA FALLS: Ver las cataratas es una excursión muy habitual desde Toronto. Se puede ir y venir en el mismo día, pero la región ofrece bastante que ver. El pueblo tiene sus atractivos para los amantes de los parques de atracciones y unos minutos al norte está Niagara-on-the-Lake y sus preciosos viñedos. Si decidimos alojarnos casi todas las grandes cadenas de hoteles y moteles del país tienen establecimientos aquí y las distancias andando hasta las cataratas no son muy grandes, aunque el aparcamiento en Niagara Falls es prohibitivo. El aparcamiento más cercano a las cataratas cuesta 20 CAD estés el tiempo que estés. A medida que te alejas el precio baja y aparecen los estacionamientos públicos, que son la mejor opción. Nosotros aparcamos en uno que costaba 12 CAD y lo pudimos usar todo el día. Si no necesitáis cataratas hasta en la sopa nuestra recomendación es dirigirnos hacia el norte paralelos al río a través de River Road. Es la zona más tranquila de la ciudad y hay muchos Bed and Breakfast interesantes, aunque necesitarás coche para llegar al centro y a las cataratas.


-          MONTREAL: La ciudad de Montreal es, en realidad, una isla, eso sí, de tamaño muy considerable, mucho más grande que Manhattan, por ejemplo. En Montreal las cosas que ver están más dispersas y los desplazamientos son algo mayores. Un buen alojamiento estará obligatoriamente entre el parque de Mont-Royale y el río San Lorenzo. A partir de ahí, hay para elegir. La zona más lujosa se extiende por el Boulevard René-Lévesque, aunque la milla de oro está en la Rue Sherbrooke. El viejo Montreal está muy cerca del río. En todos estos sitios el alojamiento será caro. Si nos distanciamos algo, Le Village y Plateau-Mont-Royale, están llenos de vida y posibilidades con unos precios más módicos.


Tanto en el caso de Toronto como en el de Montreal tened mucho cuidado con la longitud de las calles, porque muchas de ellas duran kilómetros. Si encontráis algo interesante en la Rue Sherbrooke de Montreal o en Yongue Street de Toronto, miradlo primero en el mapa, porque igual estáis en todo el centro o igual en las afueras.

CÓMO FUNCIONAN LAS PROPINAS EN CANADÁ

Como en muchos otros lugares del mundo, aquí las propias en restaurantes, bares y otros muchos lugares son obligatorias. Rara vez el precio que veáis en una carta sea el precio final. En primer lugar casi todo (excepto entradas a museos o atracciones turísticas) está mostrado sin impuestos, así que ahí ya habrá que sumar en torno a un 10% del precio. Luego está la propina, que suele oscilar entre el 15 y el 20% de la cuenta total en función del servicio. Ni se os pase por la cabeza escaquearos. Si pagáis en efectivo normalmente os traerán el cambio completo y sobre eso decidís la propina, pero también suele pasar que os pregunten cuál queréis que sea el cambio, así que preparad la calculadora. Con la tarjeta de crédito pasa lo mismo, podéis pedir que os cobren una cantidad más elevada y muchas terminales llevan ya incluido, como paso obligatorio para pagar, que elijáis entre una propina de un 15, un 18 o un 20 por ciento. La propia máquina calcula el importe y no os podéis saltar el paso. Tened en cuenta que si pensáis "acercaros" a esa cifra por debajo, además de alguna mala cara habrá quien no dude en deciros que la propina es muy baja y pediros más. Independientemente de si os gusta más o menos esta forma de hacer las cosas, tened en cuenta que forma parte de la cultura canadiense, como de otros muchos lugares y eso es algo que hay que respetar. Como norma general la comida en un restaurante saldrá como mínimo un 25% más cara que el precio que encontréis en la carta. En otros sitios la propina no es necesaria, pero sí os añadirán los impuestos locales.

¿ME INTERESA LA TORONTO PASS O LA MONTREAL PASSEPORT?

Obviamente depende de lo que vayáis a visitar. Son tarjetas parecidas en la esencia y en el fondo, pero no significa que si os interesa una os vaya a interesar la otra. En nuestra estancia, por ejemplo, compramos la tarjeta en Toronto, pero no en Montreal. Expliquemos cómo funcionan ambas.

La Toronto City Pass incluye la entrada a cinco atracciones que suelen ser las más visitadas de la ciudad. Se trata de la CN Tower, la Casa Loma, el Royal Ontario Museum, el Acuario y el Zoo. Teniendo en cuenta sus precios de manera individual, se estima que si visitáis al menos tres ya está amortizada. Es fácil hacerlo ya que todos, excepto el zoo están muy céntricos. La tarjeta no ahorra posibles colas (ojo que en la CN Tower pueden llegar a ser muy considerables, no así en el resto) y no incluye transporte público. Cuesta 61'45 CAD en la web más los consabidos impuestos. La podéis encontrar también en cualquiera de las atracciones que incluye y en muchos lugares de Toronto. Nosotros, por ejemplo, la compramos en la casa Loma. La tarjeta tiene una validez de nueve días desde que haces la primera visita y sólo puedes ir una vez a cada sitio.


La Montreal Passport es más ambiciosa y también más cara. Incluye la entrada a 23 lugares de la ciudad y también otras cosas como el Bateau Mouche, un crucero de una hora por el Río San Lorenzo, todo lo incluido en la zona olímpica, el museo de la Biosfera, el Casino y muchos lugares más. Además también incluye, y esa es la gran novedad, todo el transporte público, incluso la línea al aeropuerto. También aquí toca hacer cuentas de lo que quieres visitar y si te sale rentable. En nuestro caso el abono de transporte durante el fin de semana era muy barato y tampoco teníamos interés en visitar muchos sitios por dentro. Mirad la letra pequeña; la entrada a la espectacular basílica de Notre-Dame, uno de los lugares más deseados, cuesta 6 CAD y no está incluida en esta tarjeta. Hay dos modalidades, para 48 horas cuesta 85 CAD más tasas y para 72 horas 99 CAD más tasas en la web. También la podéis comprar en muchos sitios en la ciudad.

QUÉ IDIOMAS HABLAN EN CANADÁ

Viajar a un país dónde quizá no sepáis si os van a hablar en inglés o en francés puede ser un poco intimidante. En realidad no lo es. Si domináis algo de cualquiera de estas dos lenguas no tendréis ningún problema y además los canadienses son muy amables. Quebec es zona agloparlante. En Quebec City casi todo el mundo habla francés y en muchos casos sólo francés. Eso para la gente de la calle, porque en los establecimientos turísticos, así como en las atracciones puedes encontrar todo en francés y en inglés. A Montreal, que está en esta región, le pasa más o menos lo mismo, aunque allí la presencia del inglés es bastante mayor y hay muchos que hablan los dos idiomas. No obstante siempre se dirigirán a vosotros en francés. Si les pedís que hablen inglés no habrá ningún problema. El resto de nuestras visitas estuvieron en el estado de Ontario. Tanto en Toronto como en la región de Niagara los francoparlantes son muy escasos. El inglés es allí idioma universal, aunque tienen en cuenta su bilingüismo y tanto en edificios oficiales, como en tours o visitas guiadas normalmente podréis elegir entre inglés o francés. La dualidad del país es especialmente visible en la capital, Ottawa, que oficialmente está en Ontario, pero es fronteriza con Quebec. La mayoría habla inglés, pero la cosa está más repartida. Moveros por aquí en francés tampoco será complicado. Para que os hagáis una idea a los nombres de las calles les acompañan sus denominaciones tanto en inglés como en francés.


QUIERO HACER EL CRUCERO DE LAS 1.000 ISLAS, ¿DESDE DÓNDE DEBO COGERLO?

Por razones obvias la mayoría de los cruceros sólo se ofrecen desde finales de primavera hasta principios de otoño. Hay hasta cinco opciones diferentes, seguramente alguna más, pero estas son las más populares:

-          Kingston. Es la ciudad más grande de la región de las 1.000 islas y por tanto la que más alternativas ofrece, pero también está relativamente alejada de las principales atracciones del río. Los cruceros son más largos, aunque muy completos.
-          Gananoque. Está más cerca de las zonas más atractivas de las 1.000 islas y los tiempos de navegación son razonables. Si queréis dedicar un día completo a la región y explorar, por ejemplo, el popular Castillo de Boldt por dentro, esta es una buena opción, aunque difícilmente el crucero bajará de las cinco horas.
-          Ivy Lea. Es un pequeñísimo puerto que también ofrecer cruceros por la zona, aunque la variedad es menor que en Kingston o Gananoque.
-          Rockport. Estupendo si cuentas con algo menos de tiempo. La "Rockport Boat Line" ofrece varias travesías diarias. El crucero más completo, que  incluye el interior del Boldt Castle y vistas de algunas de las islas más interesantes cuesta unos 35 CAD por persona y dura sólo tres horas y media, porque está más cerca (incluyendo dos horas de visita al interior del castillo).
-          Brockville. También aquí hay cruceros, aunque exploran diversas islas del norte que son menos populares y no pasan por el castillo de Boldt. Si eres un fan del lugar y ya has hecho otros cruceros, este es un buen complemento, pero quizá no el plato fuerte.

En cualquier caso es una buena idea reservar un día completo para el crucero. Si visitáis por dentro el castillo de Boldt tened en cuenta que está en suelo estadounidense, por lo que necesitareis el pasaporte y no está de más tener la ESTA actualizada. La entrada al castillo se paga aparte allí mismo, no está incluida en los cruceros y cuesta 9'50 USD. Lo podéis pagar con dólares canadienses, pero si no entregáis el dinero justo el cambio os lo darán en dólares americanos. Siempre queda el recurso de pagar con la tarjeta. En cualquier caso vuestra primera parada siempre será una aduana estadounidense.


¿PUEDO PRESCINDIR DEL CRUCERO PARA VER LAS 1.000 ISLAS?  

El crucero es una experiencia altamente recomendable y difícil de sustituir. Si las apreturas de tiempo o de dinero no os dejan disfrutar de él, la visita no va a ser lo mismo. Para paliar esa ausencia en la medida de lo posible, si tenéis coche os recomendamos que recorráis el "Thousand Islands Parkway", un tramo de carretera de algo menos de 40 kilómetros que va desde la salida de Gananoque hasta poco antes de llegar a Rockport. Si vais por la autovía 401 os podeis desviar y está perfectamente señalizado. Se trata de una carretera bastante tranquila, con límite de velocidad en 80 km/h y que ofrece varias paradas para fotografiar el paisaje, así como accesos directos a Ivy Lea y Rockport. No será lo mismo, pero os podeis hacer una idea.

En definitiva, Canadá es un país fácil y muy amigable. Miden la temperatura en grados centígrados y la distancia en kilómetros, aunque el tamaño de las bebidas está en onzas. En ningún sitio os sentiréis como extraños. Esperamos haberos ayudado a que vuestra visita a Canadá sea más agradable. Siempre habrá imprevistos en el camino y eso es lo mejor. Si podemos ayudaros en algo no dudéis en poneros en contacto con nosotros. Y como siempre, abajo os dejamos algunos enlaces que pueden ser útiles para la planificación de vuestro recorrido por la Costa Este canadiense.








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